![gato de raza persa](https://www.gatoscatz.com/wp-content/uploads/2020/11/gato-persa.jpg)
El gato persa, también conocido como gato persa exótico, tigre de sofá, gorbe Irâni o gato iraní, y cuya nomenclatura biológica es felis silvestris catus, es una raza de gato reconocida por la Fédération Internationale Féline (FIFe) perteneciente a la categoría I. Se estima que el 80% de los gatos registrados con pedigree corresponden a la raza persa, lo que la convierte en una de las más populares del mundo. Si estás pensando en adoptar a un gato persa, has llegado al lugar indicado. Continúa leyendo y descubre todo lo que necesitas saber sobre la raza.
Historia del gato persa
El origen de los gatos persas es incierto, ya que no existe constancia de la existencia de gatos africanos de pelo largo. Según los expertos, el gato africano es el principal antepasado de los gatos domésticos contemporáneos, lo que explicaría las dudas que se ciernen sobre su origen. Lo que sí está claro es que los aristócratas del siglo XIX demandaban a gritos una raza de gato de pelo largo, lo que podría haber originado un cruce entre el gato común y el gato de Pallas o manul.
Los primeros antepasados del gato persa fueron importados en Italia desde Jorasán, Persia, en el siglo XVII, y en Francia desde Ankara, Turquía. Mientras que los gatos de Persia eran de color gris, su homólogo turco presentaba un pelaje blanco. Posteriormente, ambas razas llegaron a Gran Bretaña desde Francia, extendiéndose rápidamente por el resto de Europa. Además de estas dos, se cree que otras razas de pelo largo llegaron a Europa desde Oriente, participando en el desarrollo de la raza.
Características físicas del gato persa
El gato persa es un felino de tamaño medio. Es muy fácilmente reconocible gracias a la morfología de su cráneo; tiene la cabeza ancha y redonda. Otra de las características que lo convierten en un gato único es su cara. Tiene el hocico chato y la cara ancha, lo que le da un aspecto de distinción muy propio de la raza. Según el estándar de la raza, la nariz debe ser asimétrica y encontrarse a la altura de los ojos. En cuanto a sus orejas, suelen ser pequeñas, curvas y rígidas, y en forma de triángulo.
En cuanto a su cuerpo, el gato persa hace gala de una constitución robusta gracias a su firme estructura ósea. Se trata de un felino compacto, de patas pequeñas y fuertes, cuyo estructura es reconocida como “cuerpo Corby” (compacto) entre los expertos. Su cola se caracteriza por ser corta y no sobrepasar en longitud la mitad de su torso.
Su pelo es otro de los aspectos que más llaman la atención. Se trata de un manto denso, largo y suave al tacto que se extiende desde la cabeza a la punta de la cola. Suelen mudar el pelo por temporadas para mantener la calidad del mismo. Posteriormente te explicaremos algunas técnicas para mantener el pelaje en perfectas condiciones.
![como es el gato persa](https://www.gatoscatz.com/wp-content/uploads/2020/11/caracteristicas-gato-persa-1-1024x677.jpg)
Colores del gato persa
El gato persa existe en una gran variedad de colores:
- Azul o blue.
- Blanco.
- Rojo o red.
- Chocolate.
- Lila.
- Marrón.
- Silver.
- Golden.
En cuanto a los patrones, podemos encontrarlo en:
- Sólido.
- Bicolor.
- Tricolor.
- Point.
- Concha de tortuga.
- Tabby.
- Sombreado.
Carácter del gato persa
Los gatos persas son, según el Club Felino de Madrid (CFM) el felino más adecuado para la convivencia en familia gracias a su carácter dócil y afable. A diferencia de otros gatos, la raza persa se muestra cómoda con la presencia de personas y con la vida hogareña. Si tienes niños se trata de la mascota adecuada, ya que su relación con ellos es excelente. Además, a estos felinos les encanta recibir caricias y mimos sin llegar a requerir demasiada atención por parte de sus dueños.
El gato persa es un animal bastante perezoso que no demanda demasiada actividad. De hecho, le gusta pasar tiempo solo y suele buscar rincones de la casa donde descansar gran parte del día. Es un animal tranquilo y poco maullador, ideal para la convivencia en pisos.
Por último, has de tener en cuenta que no todos los ejemplares presentan el mismo comportamiento. Al igual que las personas, existen gatos más o menos tranquilos que podrían adaptarse mejor o peor a tu estilo de vida. En cualquier caso, si lo que deseas es adoptar a un animal que no te causa problemas, recomendamos fervientemente que tengas en cuenta al gato persa como candidato.
¿Cómo cuidar a un gato persa?
Los gatos persas son animales que han perdido el instinto salvaje típico de los felinos y han adaptado su vida a la de los humanos. Por lo tanto, podemos afirmar que se trata de un animal doméstico en su totalidad. Como todo animal doméstico, dependen completamente de nuestros cuidados para tener una buena calidad de vida. A continuación te explicamos cómo cuidar a un gato persa.
Alimentación
Los gatos son animales carnívoros que deben basar su dieta principal en proteína animal. Por suerte, existen en el mercado piensos de alta calidad que cubren todas sus necesidades nutricionales. Te recomendamos que te fijes en la etiqueta y compruebes que la proteína proviene de la parte magra del animal.
En cuanto al tipo de pienso, existen dos: húmedo y seco. Ambos son válidos para los gatos persas, aunque nuestra recomendación es que te decantes por el pienso húmedo. Esta raza felina está acostumbrada a beber poca agua y la mayor parte del líquido que ingieren provienen del alimento sólido. Dado que el pienso húmedo contiene una elevada cantidad de agua, es la opción ideal para cubrir parte de sus necesidades de hidratación diarias. Además, la morfología del hocico del gato persa le impide comer pienso seco con facilidad, ya que suelen llevarse la comida a la boca con la lengua.
¿Cómo cuidar su pelo?
Como sabes, el pelo es una de las principales características de los gatos persas. Lo que muchos no saben es que su manto requiere un gran dedicación para mantenerlo en perfecto estado. Entre otros problemas, el pelo de los gatos persas suele enredarse con facilidad. La única manera de evitarlo es cepillarlo en seco frecuentemente, de manera exhaustiva, del orden de una vez al día. Insistimos en la necesidad de mantener su cabello en buenas condiciones porque, en el caso de formarse nudos, será necesario recurrir al veterinario.
Durante la época de muda del pelo, los gatos pierden gran parte de su manto. Se trata de una situación de riesgo en tanto en cuanto los gatos suelen tragarse bolas de pelo, obstruyendo su intestino. Para ayudarle a expulsarlas, te recomendamos que recurras a hierba de gatera o pasta de malta, que purgan su sistema digestivo.
¿Cómo bañarlo?
Bañar a un gato persa no es una tarea sencilla, ya que los felinos detestan el agua. Sin embargo, se trata de una necesidad, especialmente en las razas de pelo largo. Acostumbrarlo al baño desde cachorro es fundamental para que el momento del baño le suponga un momento placentero en el futuro. En este aspecto, lo recomendable es bañarlo una vez al mes y empezar a los tres meses de vida.
El proceso del baño debe suponer un momento de relajación para nuestro amigo felino. Por ello, es recomendable utilizar agua tibia en una jarra de agua. Viértesela encima poco a poco mientras aplicas un champú especial para gatos persas. Si lo deseas, también puedes utilizar un acondicionador felino para mantener su manto suave y brillante. Durante el baño, procura proteger su cara y evitar que entre agua o champú en sus ojos u orejas.
Por último, te recomendamos secar su pelo en dos fases. En primer lugar, utilizaremos una toalla que absorba la mayor parte del agua. Posteriormente, utilizaremos otra para masajearlo suavemente y eliminar los últimos restos de agua. En caso de que quieras cepillarlo, te recomendamos hacerlo antes del baño, ya que es mucho más difícil deshacer los nudos con el pelo mojado.
Así y todo, los gatos persas son animales extremadamente limpios que no requieren baños muy frecuentes. Bastará con bañarlo cuando veas que su pelo comienza a estar sucio, esto es, una vez al mes. Te recomendamos que limpies de manera exhaustiva la zona del mentón, ya que suelen acumular suciedad en esta zona a la hora de comer.
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Gatos persas cachorros
Los cachorros persas bebés requieren algunos cuidados especiales. Cuando llegue a casa, no te olvides de pedir leche maternizada artificial a tu veterinario si tu gatito tiene un mes de vida. A partir del segundo mes, podemos introducir alimentación sólida en forma de pienso húmedo, poco a poco. En cualquier caso, lo ideal es no separar a la madre de los gatitos a no ser que sea estrictamente necesario.
Por otro lado a los cachorros persas les cuesta adaptarse a su nuevo hogar. Ten en cuenta que separar a un gatito de su madre es un proceso traumático, y probablemente busque un rincón de la casa donde nadie pueda molestarle. Como tutor de tu nuevo amigo felino, debes ser comprensivo y entender su nueva situación. Los gatos persas cachorros tardan, aproximadamente, cuatro meses en adaptarse completamente a su nuevo hogar.
Enfermedades típicas del gato persa
Aunque los gatos persas son animales robustos y saludables, suelen ser susceptibles a padecer ciertas enfermedades. Esto se debe al proceso de selección artificial a los que los gatos se han visto sometidos durante siglos y que les ha conferido características físicas no funcionales. A continuación te explicamos las principales enfermedades de los gatos persas.
Rinitis crónica
La morfología del hocico de los gatos provoca que sean propensos a sufrir enfermedades respiratorias. Entre ellas, la más común es rinitis crónica, un proceso inflamatorio de la mucosa nasal que provoca moco, estornudos o fatiga.
Enfermedad renal poliquística
La enfermedad renal poliquística (PKD por sus siglas en inglés), es un trastorno hereditario que provoca la aparición de quistes renales en los riñones, impidiendo su correcto funcionamiento. Potencialmente, esta enfermedad provoca la muerte del gato al impedir que los riñones puedan ejercer su cometido. Para prevenir este trastorno y poder tratarlo a tiempo, es recomendable realizar dos ecografías anuales.
Cardiomiopatía hipertrófica
Se trata de una enfermedad que provoca un agrandamiento del miocardio, dificultando la salida de sangre. Esta afección provoca que el corazón de nuestro gato tenga que realizar un mayor esfuerzo para bombear sangre. La respiración agitada es uno de los principales síntomas de esta enfermedad. Si tienes alguna sospecha de que tu gato persa puede estar sufriendo esta afección, recurre al veterinario inmediatamente.
Enfermedades oculares
La particular morfología de la cara del gato persa hace que presente malformaciones oculares. En algunos casos, esta dificultad puede traducirse en problemas en los conductos lacrimales, impidiendo el correcto drenaje del ojo.
Displasia de cadera
Se trata de una enfermedad muy común en animales domésticos provocada por un encaje defectuoso entre el fémur y la cadera. Aunque en ocasiones el gato no presenta síntomas y solo se puede detectar esta afección a través de una radiografía, habitualmente suelen tener dificultades a la hora de moverse.
Obstrucción intestinal
A los gatos les gusta acicalarse, y durante el proceso se lamen constantemente, arrastrando con la lengua mechones de pelo que terminan en la boca. Habitualmente, el pelo se acumula en el intestino, formándose una bola en contacto con los ácidos estomacales. En estos casos, nuestro gato persa corre riesgo de sufrir obstrucción intestinal. Por suerte, existen productos en el mercado destinados a purgar su intestino y que previenen esta afección.
Galería de imágenes del gato persa
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